DIGNIDAD

-¿No tienes fe, dudas de la Ekklesia que el Señor formo en su cuerpo? -pregunto el ángel en la montaña, extrañado de mi pesimismo y de mi sensación de soledad

-No lo sé, solo que a veces me parece que somos tan caóticos  tan inexpertos, tan faltos de...

-Pues yo he visto hombres que brillan –respondió alzando la vista hacia el horizonte – hombres que no se sentaban a buscar la mejor forma de arrancar del mundo, hombres que lucharon, buscaron la victoria de su generación, hombres  intrépidos, ellos fueron los que cambiaron las cosas, ellos son la Ekklesia y este siglo no dejara de verlos.

-Tienes razón -dije y el viento soplaba frío silbando a nuestro alrededor, respire profundo buscando aire

-Aprende la lección, determínate  y junta las armas, por que vendrán mas, ¿No lo comprendes aun? -el ángel miro al cielo, y las nubes parecían estar junto a nosotros -el Cordero es digno de ser honrado, en todos los tiempos y en todas las edades, es inevitable que su dignidad no despierte a muchos... No depende de ti, ni de ellos, es la dignidad del Cordero la que despierta el honor del hombre, hace del débil un hombre tenaz

– ...Al necio lo hace sabio, de los desechados hace su Ekklesia – dije completando la frase en mi mente y volviendo a pisar las rocas del suelo frío con firmeza.

– Así es, así que sigue subiendo, aún queda más por delante.