PALIDO TEMPLO


“Ingrese por el centro del frontis a la enorme catedral, frente a mí se mostró una enorme sala blanca y pálida como el yeso fresco, sin brillo donde pudiera ver algún reflejo de luz, estaba claro, pero nada inspiraba calma.

Al final del pasillo había una gran estatua, de unos tres metros, de un hombre en túnica, al estilo de las esculturas griegas, sentado pensativo sobre un trono o enorme sitial, todo parecía tallado en piedra blanca, los ojos vacíos de vida de su rostro miraban al suelo.

Alrededor, cerca de las murallas, las columnas tubulares comenzaban con la clásica base griega, pero en medio de la columna se podía apreciar esculturas de episodios de leyendas griegas, dioses de la mitología y filósofos sostenían el techo de la sala con sus brazos.

– Mira esta abominación –dijo la VOZ, retumbando en mi interior –ellos han hecho un templo a sus filosofías, ellos adoran su democracia, esculpen el cuerpo de sus ideas hasta que les parecen perfectos, luego les rinden devoción, pero no son más que deformaciones de la VERDAD”

Comentarios

Entradas populares